El mejor poeta moderno en lengua castellana, Vicente Núñez, escribió hace solo unos años este poema en su viejo Poley lleno de historia y piedras milenarias.
"Si la tarde no altera la divina hermosura
de tus oscuros ojos fijos en el declive
de la luz que sucumbe. Si no empaña mi alma
la secreta delicia de tus rocas hundidas.
Si nadie nos advierte. Si en nosotros se apaga
toda estéril memoria que amengüe o que diluya
este amor que nos salva más allá de los astros,
no hablemos ya, bien mío. Y arrástrame hacia el hondo
corazón de tus brazos latiendo bajo el cielo."
Cuando te estás ahogando...Cuando nadie te escucha... Cuando ni siquiera sientes... Este es el sentimiento que puso Vicente Núñez en un sublime poema.
Pero siempre hay tiempo para la esperanza... y él tuvo su compensación y su reconocimiento.
"Si la tarde no altera la divina hermosura
de tus oscuros ojos fijos en el declive
de la luz que sucumbe. Si no empaña mi alma
la secreta delicia de tus rocas hundidas.
Si nadie nos advierte. Si en nosotros se apaga
toda estéril memoria que amengüe o que diluya
este amor que nos salva más allá de los astros,
no hablemos ya, bien mío. Y arrástrame hacia el hondo
corazón de tus brazos latiendo bajo el cielo."
Cuando te estás ahogando...Cuando nadie te escucha... Cuando ni siquiera sientes... Este es el sentimiento que puso Vicente Núñez en un sublime poema.
Pero siempre hay tiempo para la esperanza... y él tuvo su compensación y su reconocimiento.
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