
Y la larga noche dio paso al despuntar del alba. Madrugando más que el sol subí a la terraza para ver sus rubios rayos iluminando la veleta de la torre del reloj. La cigüeña crotora y la paloma zurera se desesperezaban batiendo sus alas en la fresca mañana. Aguilar se despertaba plácido con aquella brisa primaveral y una paz calma se esparcía entre las casas como un maná regalado del cielo. La paloma alzó su vuelo y dueña del lugar visitó las casas vecinas. También la mía. Y prosiguió su camino, su senda, su día… Nuestra Agrupación Romera La Paloma, ya cumplió sus bodas de plata. Mi pensamiento se trasladó a nuestra agrupación de amigos romeros. ¿Qué me quiso decir la paloma en su visita? Y recordé la canción… “En su pico, lleva flores; en sus alas alegrías y en su corazón, amores”. Y así, cumpliendo años y las fuerzas mermadas, caminamos juntos, ya sin Bernardo Claros. Se nos fue un día sin avisarnos para no volver, pero nos quedó su huella. Y el camino de La Paloma, son sus huellas… y nada más. Un día nos unió ese camino por la vida y por ahí caminamos juntos. Ya no somos amigos, no. Somos familia. Cuando nos juntamos ya habían nacido nuestros hijos, pero nos crecieron juntos en el camino. En ese camino, los estamos casando, están naciendo nuestros nietos. En ese camino de nuestra vida nunca vamos solos. Siempre vamos acompañados. En los malos momentos y en los buenos. ¿Cuántos son los días de campo y piscina que pasamos juntos al cabo del año? Pero la amarga realidad nos hace mella en la piel de vez en cuando. Es ahora nuestro Varo y Mary los que pasan por sus momentos de ausencia y ello nos entristece. Nuestro Manolo Varo es muy querido por todos nosotros por su bonhomía. Es noble, honrado, bondadoso, sencillo y afable. Eso lo sabe todo el pueblo. Pero para nosotros es algo más. Es nuestro amigo al que queremos mucho. Y nuestro Presidente aunque ya no ejerza como tal. Y es además el más mariano de todos. Por ello sabemos que a los dos les acompaña la Virgen de los Remedios. Pero hay que continuar el camino. Ahora la Paloma lleva un ramillete de flores nuevas en su pico, son Azahara, Manoli, Miguel y señora y Francisco Palma. Y seguimos haciendo juntos el camino de la vida.
En el camino nos encontramos con amigos entrañables como Pepe y El Pelu con sus familias. También ellos han tenido pérdidas en su caminar. Son los de Alegría Romera. Fieles a nuestro compromiso, la Agrupación Romera La Paloma, es y ha sido abierta a todo el pueblo de Aguilar. Cada día ensanchamos nuestra casa con nuevos yernos y nueras que son nuevos hijos en nuestra caseta de hermandad. También nuestros nietos empiezan ya a ser un número importante y ello nos ensancha el corazón. Por eso nuestra Paloma, en sus alas, sigue llevando alegrías. ¿Y en su corazón?
La mañana se torna fría. Los rayos han iluminado el cielo pero la brisa fresca me enfría la piel. Miro por doquier buscando la paloma. Solo los gorriones gorgojean. Ya ha llegado el nuevo día. En la lontananza diviso un ave que viene a mi terraza en dirección a la Torre. Es la paloma. Antes de que desaparezca le grito… ¿Y en el corazón Paloma?... Y una voz de arrullo me dijo: ¡ Amores ¡
Y esa es mi Agrupación Romera de La Paloma. En el pico lleva flores, en su alas alegrías, y, en su corazón… amores.
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