Unos días en la alta Galicia
Es delicioso pasear por estos parajes gallegos en un día así.
El marco se hace incomparable cuando el sol colorea el azul del cielo y del mar, el verde de los prados y arbustos y el blanco y gris de las nubes.
El buen tiempo en Galicia nos depara muchas sorpresas agradables. Desaparecen las meigas al intenso color de sus días. El intenso verdor penetra en el alma del viajero proporcionándole una paz profunda. La mar se dulcifica y se apacigua. Los bosques se aplanan al sol del mediodía. El viento no orza la quilla. Y la belleza del paisaje produce una paz espiritual y estética.
Por la noche se duerme con calma.
Al final el viajero se fue con desgana pero con la sensación de haber acariciado la paz.